lunes, 20 de noviembre de 2006

No es lo que tengo, es lo que soy...

Me encanta el anuncio de Antonio Banderas donde dice "no es lo que tengo, es lo que soy". Siempre me han gustado las frases sencillas que condensan mucho significado. Pero en nuestros días esta frase encierra grandes contradicciones. Todos querríamos que nos valorasen por lo que somos y eso que muchos se/nos llevarían/amos una sorpresa y no siempre agradable. Dejando esta pequeña reflexión a un lado, lo cierto es que para valorarnos por lo que somos nos han de conocer; tiene que haber una cierta relación que propicie el conocimiento mutuo.

Evidentemente cualquier generalización es sensible a las excepciones, pero por lo general, en nuestra sociedad hay dos fromas de ampliar nuestro ámbito de relaciones interpersonales.

La mayoría de las personas que conocermos son de nuestro entorno social, cultural o laboral. Evidentemetne todos ellos tremendamente relacionados con "lo que tenemos". Nuestro nivel de vida propicia que vivamos en un barrio o en otro. Podemos desarrollar aficiones, pertenecer a clubs, practicar deportes o incluso aspirar a ciertos puestos laborales para los que se requiere formación especializada porque nuestros medios económicos nos lo permiten. Si no es así, acabamos en otros barrios, ejerciendo otros trabajos o perteneciendo a otro tipo de asociaciones. Lo que tenemos o hemos conseguido condiciona nuestro entorno y con ello la gente que conocemos. Para estos casos generalmente nos sentimos más cómodos entre personas de condición similar a nosotros.

La otra gran forma de relación es la voluntaria. Salimos "de caza", viajamos para visitar lugaremos lejanos y "conocer gente diferente", acudimos a una asociación para tomar contacto con una realidad que sentiamos agena pero que nos interesa o visitamos un local en busca de "relaciones interpersonales" (locales hay de muchos tipos, que la mente siempre tiende a pensar en la misma dirección). El caso es que son situaciones en las que se busca expresamente el contacto social y la relación interpersonal con otros, normalmente para obtener algún tipo de intercambio enriquecedor. Puede tratarse de intercambio de caricias, opiniones, conocimientos, o vete tu a saber que cosas que a ambos nos apetezca intercambiar. En la mayoría de estos casos valoramos muy positivamene la diferencia e incluso la buscamos expresamente.

Creo que resulta evidente que en este segundo caso también lo que tenemos es un condicionante primordial. Creo que se puede admitir que acostumbran a ligar más quienes llegan a los sitios con coches deportivos y despampanantes y que viajan más las personas con buenas rentas y pocas obligaciones para mantenerlas. Quienes tenemos 22 días de vacaciones al año, niños e hipoteca, pocas vueltas al mundo vamos a dar....

Como he dicho antes, cualquier generalización tiene excepciones. Jóvenes que viajan con becas o "haciendo dedo", son ejemplos de un interés por conocer lugares y gentes que supera adversidades, pero no dejan de ser más frecuentes entre las familias com más recursos los alumnos que estudian en otro país algún curso o especialización .

Así que retomando el inicio de esta parrafada; "no es lo que tengo, es lo que soy", pero si llevo un reloj caro de último diseño, igual es más facil que alguien se interese en mi y le pueda mostrar lo maravilloso que soy. Quizás es ese el mensaje que nos manda la gente
de Viceroy.....

2 comentarios:

Alvaro dijo...

Es muy dificil evadirse al hecho de que mucha gente te juzgue, o más bien se acerque a uno por sus posesiones, o por su apariencia externa. Lo importante, y más dificil aun, en que a quien quieres, y con quien vivas no sea asi, lo que por otra parte consituye la mejor prueba de su amor. Un saludo.

Marisa Sonrisa dijo...

Vengo de Alba y Alvaro, leí un comentario tuyo y vine a visitarte.
Hace ya mucho que no escribes y es una pena, lo haces bien y me gusta lo que dices, para que veas, no me ha hecho falta ver tu reloj o tu coche.
saludos